martes, 20 de septiembre de 2011

La reforma constitucional. Entrevista a mi mismo.

Pregunta 1: ¿Debe incluirse el techo del déficit público en la constitución?
Respuesta 1: Si a una persona normal de la calle le hubieras preguntado hace un par de años qué era Standard and Poors te diría que los personajes de una sitcom y de Moody's te diría que un dúo de rock sinfónico de los 70. Si a una persona normal de la calle le preguntas cuál cree que debe ser el techo de déficit público de un país te diría que cualquiera vale, menos el de uralita, que da mucho calor en verano. La constitución la aprobó el pueblo y, por tanto, cualquier modificación que la aleje del conocimiento popular va en contra del derecho y deber de todo ciudadano de conocerla. Un aspecto tan técnico y alejado del pueblo debe reservarse a los intríngulis del funcionamiento del país y no reflejarse en la constitucíón, y menos establecer un límite que puede suponer cortapisas en caso de necesidad de cambio. Si tenemos en España un Fukushima, ¿qué hacemos sin flexibilidad para el gasto público? Pues jodernos, claro está.

Pregunta 2: ¿Debe hacerse una reforma de la constitución sin referendum?
Respuesta 2: Si en tu comunidad de vecinos se aprueba que la puerta del portal sea de color verde y tu, por tu cuenta, sin pedir permiso a nadir, la pintas de color rojo, están violando la voluntad popular. Pues bien, la constitución está como está porque el pueblo la votó así y una reforma constitucional sin la aprobación del pueblo es una violación de la voluntad popular, aunque se haga por acuerdo entre los partidos políticos más importantes y votados. Teniendo en cuenta el bipartidismo y la disciplina de voto dentro de los partidos, la traducción al lenguaje real de "por acuerdo entre los partidos políticos más importantes" es "por que a los dos o tres mandamases del PP y PSOE, o sea, 6 personas en España, les ha salido de los cojones hacerlo". Es decir, que la democracia se la pasan por el forro de los cojones e instauran una oligarquía. Si mañana, en esta monarquía constitucional bananera que llamamos Estado Español dos o tres cabezas pensantes deciden que llevemos los calzoncillos por encima de los pantalones, más vale que nos pongamos a resfregar bien para que no se noten los palominos. A más de uno le convendría repasar cómo Hitler llegó a tener el poder que tuvo y se le pondrían los huevos de corbata pensando que nuestra constitución esta totalmente desprotegida de la voluntad de los políticos y, como decía antes, de la oligarquía que es la cúpula del PP y PSOE.

Pregunta 3: Entonces, ¿debe someterse a referendum el techo de déficit público?
Respuesta 3: Si tu vas al médico porque te duele la espalda, ¿te gustaría que hiciera un referendum a ver si te extirpa un riñon, te somete a una operación de médula, o te echa Reflex? Una cuestíón tan técnica debe dejarse en manos del ministerio de economía de turno, quien debería modelarla de acuerdo a las ciscunstancias, porque la inmensa mayoría de los españoles no tenemos ni los datos ni los conocimientos necesarios para juzgarlo. Un referendum sería una nueva patada a la democracia, como lo fue el referendum sobre la constitución europea. Nadie se leyó aquel tocho azul, pero como los políticos de los que se fían decían que era una pasada, que nos iba a hacer tan altos como los suecos, ponernos las tetas de las italianas, hacernos tan eficientes como los alemanes, etc., pues se votó que sí. Pura manipulación de las masas. Pero eso sí, como nos han repartido el tocho europeo, ya sienten que nos han informado y hemos votado en libertad, aunque todos sepamos que haya sido bajo el yugo del desconocimiento.

Pregunta 4: Entonces, ¿qué debemos hacer si esto sale adelante?
Respuesta 4: Pues exigir a los políticos una reforma de la constitución que impida una reforma de la constitución sin a) apoyo popular via referendum, b) consenso de una gran mayoría de los partidos políticos, no solamente de los más votados. Hay que evitar que los políticos tengan el poder de modificar la constitución por voluntad propia, puesto que esto es lo mismo que cargarse la separación entre los tres poderes. Por encima de los tres poderes está la constitución y si ésta está a merced de uno de esos tres poderes, quiere decir que éste controla los otros dos poderes. Es decir, que de aquí a una dictadura hay solamente un paso: que los políticos que nos toca aguantar son una panda de gilipollas pero no lo suficientemente cabrones. Aún.

Pregunta 5: ¿Y qué hacemos con el déficit público?
Respuesta 5: Fijarlo mediante reforma constitucional es una maniobra propagandística para que los que decía antes (Standard and Poors, Moody's, Trichet y otros cuantos que compiten con Belén Esteban en popularidad desde que estamos en crisis) se fíen de que en esta monarquía constitucional bananera ya no vamos a volver a gastarnos el dinero público en gilipolleces. Así atraemos a más inversores a este país. Es decir, estamos haciendo un anuncio para que los millonetis de por ahí fuera vengan con sus divisas. Como hacíamos en los 60 con las películas de Manolo Escobar en Benidorm. Pues me parece muy bien, pero que lo hagan como medida transitoria y no hipotequen el futuro del gasto social por una circunstancia temporal, como es la crisis. Es como cuando te levantas después de una noche de juerga y dices que no vuelves a beber. Me parece muy bien esa promesa, pero nadie se lo tatúa en la frente, entre otras cosas porque en el fondo todos sabemos que no la vamos a cumplir. Por tanto que se fije ese techo, pero no en la constitución.

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